Antofagasta 30 de Agosto de 2024
“Estudio de la contaminación atmosférica presente en el establecimiento educativo CEIA” es el proyecto FIC-R código BIP 40046174-0, financiado por el Gobierno Regional y que fue ejecutado por los profesionales de la línea de medio ambiente de CICITEM.
Este trabajo de investigación, contó con una inversión superior a los 271 millones de pesos y que permitió medir el nivel de material particulado presente, cuál es su composición y los indicadores de posible contaminación en el Centro Educativo Integral de Adultos y Jóvenes, CEIA.
Esta iniciativa tuvo como finalidad implementar estaciones de calidad del aire que permiten medir y entender la dinámica del flujo de gases como: Óxido de nitrógeno, Monóxido de carbono, Dióxido de nitrógeno, Ozono y dióxido de carbono y material particulado de 1, de 2.5 y de 10 micras; además del monitoreo meteorológico.
La implementación de esta red de monitoreo de calidad del aire en tiempo real, es un plan de vigilancia atmosférica que posibilitó: diagnosticar, monitorear y evaluar la calidad del aire en áreas determinadas, mediante la generación de indicadores, lo cual permite a través de la certeza del dato, crear las medidas necesarias para controlar y/o mitigar la probable contaminación.
“Es precisamente a través de este tipo de trabajos de investigación es que como Gobierno Regional buscamos reconocer y relevar el valor de las personas de nuestra región, ocupados del bienestar de la ciudadanía para así trabajar y avanzar hacia un desarrollo sin exclusiones y que nos permita entre todos y todas generar una convivencia armónica y otorgar reales oportunidades de crecimiento a nuestra gente, velando siempre por el crecimiento de nuestra región”, manifiesta Ricardo Díaz, gobernador regional de Antofagasta.
Sobre el desarrollo del proyecto
Se implementaron dos estaciones meteorológicas y de calidad de aire; una fija en el establecimiento educativo y una móvil, que permitieron evaluar la calidad de aire con una tecnología probada mediante un contador de partículas por láser de manera continua.
Dentro de las actividades que contempló la iniciativa, fue la limpieza del establecimiento, y aspiración de todo el polvo acumulado, el cual fue sometido a análisis químicos para caracterizar e identificar la presencia de elementos contaminantes en este polvo. Además, se adquirieron purificadores de aire los cuales fueron entregados al establecimiento e instalados y distribuidos en todas las salas, oficinas y auditorios del CEIA.
La puesta en marcha de estas estaciones y equipos recolectores, sirvieron de referencia para determinar la existencia de contaminantes en el establecimiento, permitiendo interpretar y analizar la cantidad, variabilidad espacial y temporal de contaminantes, además de las posibles fuentes de polución.
La habilitación además de una estación móvil de calidad de aire y meteorológica permitió comparar los niveles de contaminantes existentes en el CEIA, y en otros sectores de la ciudad. Asimismo, también se logró diagnosticar y levantar información del material particulado depositado, logrando identificar, mediante análisis químicos los elementos contaminantes presentes en este tipo de material y cuáles son las variaciones de este durante el tiempo de estudio.
Todos los resultados fueron analizados y comparados con normativas nacionales e internacionales con el fin de determinar si los niveles de material particulado superaban los límites máximos permitidos.
La doctora Lorena Escudero, investigadora titular de la línea de medio ambiente y directora del proyecto indicó que “Durante la ejecución del proyecto se desarrolló el Modelo conceptual del problema de Contaminación presente en la zona del establecimiento CEIA, para identificar cuáles eran las posibles fuentes de contaminación. Las fuentes de contaminación que fueron identificadas en la zona están relacionadas: con la actividad industrial de transporte de minerales y empresas de transporte en general.
Las fuentes móviles, que están relacionadas al transporte público y privado de la zona, especialmente camiones que se trasladan por la avenida costanera y tránsito vehicular residencial, como autos, camionetas, entre otros.
La contaminación que producen estas fuentes móviles, están relacionadas a las emisiones abrasivas que se generan por la fricción de los frenos, neumáticos y pavimento, además de la generación de partículas finas emitidas por motores de combustión interna, tales como vehículos diésel y de gasolina de inyección directa, sin filtros en sus sistemas de escape.
Y, por último, también detectamos las fuentes fijas que podrían formar contaminación en la zona, y estos corresponderían a establecimientos de comidas con hornos, parrillas y otros”.
Cabe destacar que esta investigación científica, también cuenta con la participación de la comunidad estudiantil, lo que facilita la continuidad del plan de monitoreo y gestión de la contaminación atmosférica a largo plazo. Siendo esto todo un hito en innovación social, que permitirá generar mayores y mejores medidas de protección para la población de la comunidad educacional del CEIA.
Con los resultados obtenidos y considerando los requisitos de las normativas, es que al finalizar el proyecto se desarrolló un Plan de gestión de monitoreo, donde se propone ampliar el monitoreo en el establecimiento por 24 meses y además aumentar el número de equipos de recolectores de material particulado en 4 puntos alrededor de la ciudad de Antofagasta. Aunque, se llevó a cabo el análisis anual y diario, es necesario realizar el análisis trianual para ajustarse a las normativas nacionales de calidad de aire.
Los beneficios de la implementación y ampliación de la red de monitoreo de calidad del aire son múltiples y se enfocan en proteger la salud de la población, generar información relevante en materia ambiental para la toma de decisiones y analizar el cumplimiento de las regulaciones ambientales nacionales e internacionales.
Son estas iniciativas las que colaboran para hacer de la región un territorio de diálogo y participativo, en donde los derechos son protegidos, haciendo frente a los desafíos que presenta el desarrollo, pero también resguardando el bienestar de la comunidad contando con las herramientas que entrega la ciencia.