ANTOFAGASTA, 30 de agosto 2021
La laguna Inka Coya también conocida como l, A 2.500 MTS. sobre el nivel del mar, se encuentra ubicada al interior de la II Región de Antofagasta, 6 km a oriente de la localidad del mismo nombre, es sin duda una de las atracciones con mayor belleza de uno de los poblados más emblemáticos de la cultura atacameña, este espejo de agua vuelve a poner en valor de la mejor manera posible la magia de nuestro Desierto de Atacama.
Su forma de óvalo asimétrico, una profundidad no oficial que se extendería entre los sesenta a los doscientos metros, tiene una superficie de 1,30 hectáreas, su agua es dulce y se encuentra rodeada de una variada fauna y flora xerofítica; posee un extraordinario color verde azulado, el cual se va matizando respecto del paso de la luz.
Su simple existencia es todo un misterio para científicos e investigadores, quienes afirman que es alimentada por aguas subterráneas provenientes del Río Loa que desembocan por medio de napas (similares a las del río más largo de Chile) en el Río Salado, ubicado en la misma zona. Lugareños le atribuyen erróneamente la particularidad de no tener fondo.
La Inka Coya y su leyenda
Colque Coillur era la más hermosa princesa inca (ñusta) la cual se enamoró y embarazó de Atahualpa Yupanqui. Traicionada por éste, la princesa se sumergió en las aguas de la laguna Inca Coya junto a su hijo, sin que nunca más se supiera de ella.
Aunque intrépidos y experimentados nadadores buscaron a la dolida ñusta, no lograron hallarla, atribuyendo su desaparición a que aquella laguna, a 40 kilómetros de Calama, no tenía fondo, y fue por esta tragedia que se le denominó Inca Coya, que significa esposa del Inca o la nena del inca
Inka Coya, visita obligada
Existen pocos textos divulgativos respecto de su origen, cuenca, relevancia ecológica, importancia en la estructura humana de dicho piso geológico, etc., sin embargo, basta visitar el lugar para deducir la relevancia que tiene en el tejido natural y cultural de la zona, es un influjo poderoso que ha provisto de innumerables usos al ecosistema.
Siguen realizándose investigaciones que dan cuenta del infinito entramado de este sitio, de poderosas fuerzas geológicas con una historia tan extensa como la vida misma, con unos cielos brillantes que de seguro nuestros ancestros examinaron en el reflejo de la superficie verdosa como los ojos de la ñusta según versa la leyenda, o que más atrás de la historia bio-geológica del planeta el piso del sector fue una superficie lacustre donde se desarrolló la gran fauna del pleistoceno y que de cada tanto se descubren nuevos representantes de dicha prehistoria, como hace no mucho fue descubierto un microorganismo capaz de resistir altas concentraciones de metales pesados, como arsénico, cobre y cadmio.
La laguna Inca Coya recibe constantes visitantes, tal vez buscando recuperar la memoria y darle sentido así a la real y sentida historia, añosa, llena de millones de versiones, de monumentales acontecimientos y de seguro de íntimas acciones; todas buscando ese tejido social que nos ata a la magia de Atacama; un lugar que jamás nos deja de sorprender.