ANTOFAGASTA, Jueves 17 Febrero de 2022.
Nota realizada por el Mercurio de Antofagasta.
ANÁLISIS Reporte elaborado por CICITEM indicó que contaminación en la zona corresponde
a óxido de hierro, mineral que estaría presente en abundancia en las aguas de la bahía antofagastina.
Luego de un detallado análisis químico de suelos y columnas de agua en el sector de Coloso y Playa Amarilla, investigadores del centro Científico Tecnológico de Antofagasta CICITEM, establecieron las primeras hipótesis respecto al origen de la aparición de “arenas negras” en septiembre pasado, en la costa del extremo sur de la capital regional.
El informe indica que la presencia del material corresponde a óxido de hierro, con alto contenido de magnetita, un elemento presente, en principio, en forma natural en la bahía. A la vez , al igual que lo estableció el estudio encargado por Minera Escondida al Centro Regional de estudios Ambientales de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (CREA) en diciembre pasado, los resultados de la investigación indicaron que la coloración oscura no sería atribuible a la presencia de concentrado de cobre producto de la actividad minera de la zona.
ESTUDIO
Para Rubén Rojo, director gerente de CICITEM, las explicaciones respecto al origen de las “arenas negras” podrían estar asociadas a una combinación de las características geológicas propias de la bahía y el fenómeno de marejadas estacionales. La erosión y meteorización prolongada de las rocas intrusivas del sector cerro Coloso y de las rocas de la formación La Negra que forman parte de la cordillera de la costa presente en la zona, explicarían parte del fenómeno.
“La primera hipótesis es de orden geológico y responde a una condición natural, el análisis afirma que Cerro Coloso y Morro Moreno era una sola unidad que, con la evolución terminaron dividiéndose, pero ambos presentan magnetitas en sus formaciones. A eso se debe sumar que con el ingreso de las corrientes a la bahía del sector Coloso se produce una especie de zona de retención del material erosionado de las rocas, el que pro su peso precipita cuando se producen eventos de alta energía, como las marejadas, todo ese material es removido y termina depositado en la costa” sostiene.
El informe detalla que existen antecedentes previos de eventos similares en el pasado en el sector. Debido a las condiciones hidrodinámicas de la bahía, las corrientes marinas favorecen en ciertos periodos del año (principalmente primavera verano), la formación de zonas de acumulación de partículas en el borde costero, particularmente en algunos sectores de Playa Amarilla.
A pesar que la magnetita estaría presente en las rocas de la zona, indican las conclusiones del reporte CICITEM, la proporción que podría ser erosionada desde las rocas no es cuantificables, por lo que no es descartable que, en su elevada concentración actual en Playa Amarilla, hubiese intervenido además algún proceso asociado a la actividad del hombre.
“Una segunda etapa de este informe es poder analizar el material con una experta canadiense que nos ayudará a determinar si la magnetita tiene un origen en las formaciones de Coloso o Morro Moreno. Esperamos tener análisis durante este semestre”, sostuvo Rojo.
OTROS CONTAMINANTES
La alerta sobre el origen de las arenas negras en Playa Amarilla se originó en septiembre del año pasado cuando usuarios de redes sociales advirtieron de grandes zonas de coloración oscura en el sector. Tanto autoridades ambientales, como organizaciones comunitarias, manifestaron su preocupación por el fenómeno, particularmente por la cercanía de un puerto industrial de carguío de concentrados de cobre.
El análisis del sedimento marino y de las columnas de agua, sin embargo, detectó niveles de concentración de cobre y cadmio por sobre normas internacionales, cuyo origen, por los antecedentes históricos de la cuenca, podría atribuirse a la actividad antropogénica desarrollada en Coloso o en toda la extensión de la bahía de San Jorge.
“Se detectaron niveles de concentraciones por sobre normas internacionales de los elementos Cobre y Cadmio, que por los antecedentes históricos su origen podría atribuirse a la actividad antropogénica desarrollada a nivel local (Coloso) o en toda la extensión de la bahía de San Jorge. El área costera de Antofagasta ha sido de gran importancia para el transporte de diversos metales o minerales producidos en la Región. Por los anterior, resulta muy probable que debido a la extensión en el tiempo y la intensidad de esta actividad y la falta de regulación y fiscalización, exista un impacto ambiental relevante, que se reflejaría en los elevados niveles de algunos metales que se detectaron en este estudio”, sostiene una de las conclusiones del informe.
Para Rojo, la evidencia de los análisis concuerda con los principales hallazgos del estudio “Análisis de Riesgo Ambiental de la bahía de San Jorge, Antofagasta” del 2020 realizado por el Centro de Ecología Aplicada el que fue financiado por recursos del FNDR.
“El análisis de aguas y sedimentos vienen a reconfirmar el estudio encargado el 2018 por el Gobierno Regional que tanto en el suelo, como en las corrientes de la bahía hay presencia de metales pesados, como cadmio, cobre o zinc” afirmó Rojo.
Cabe indicar que los resultados fueron entregados al Gobernador Regional y que el Instituto está a la espera de presentar los mismos a la comunidad de Coloso y organizaciones de interés. En tanto el CICITEM planea seguir monitoreando la bahía antofagastina y en particular, trabajando sobre medias que ayuden a la mitigación del sector de Playa Amarilla.
En ese plano, asevera Rojo, actualmente CICITEM se encuentra abocado y prepara un informe de estudio de los suelos contaminados abandonados en el borde costero de la capital regional.
