ANTOFAGASTA, 12 noviembre 2021
Dayana Opazo, tiene 32 años, cursa el 5to semestre de la carrera Técnico en Gestión de Medio Ambiente en la Universidad Santo Tomás y es la primera estudiante en realizar su práctica profesional en los nuevos laboratorios del Centro Científico Tecnológico de Antofagasta (CICITEM).
¿Cómo fue la experiencia de trabajar en un Centro Científico Regional?
Desde el primer día me sentí muy acogida. El ambiente laboral es único; todos trabajan a la par, nadie es más importante que otro, y hay una calidez que se siente.
Profesionalmente hablando, colaboré con los investigadores en las actividades de muestreo en suelo y agua. También realicé análisis estadísticos de datos de recursos marinos y continentales. Por otro lado, tuve la oportunidad de desempeñar trabajos en los laboratorios de fisicoquímica y microbiológico.
Por último, desarrollé un plan preliminar de gestión de residuos para el centro, con el fin de insertar el compromiso con el medio ambiente en el reciclaje de residuos domiciliarios.
¿Qué tareas fueron más significativas para ti?
Aprendí mucho de normativa. De hecho, una de las primeras labores que me encomendaron fue buscar normas de suelo internacionales; como las normas oficiales de Ley mexicana, normas residenciales e internacionales; como la norma de USEPA, que es la de Estados Unidos.
La experiencia de trabajar en terreno también fue gratificante ya que tuve la posibilidad de utilizar equipamiento que no se encuentran en la Universidad Técnica Santo Tomás.
Por último, haber aportado en el desarrollo del Plan preliminar de gestión de residuos domiciliarios fue un desafío valioso para mi futuro profesional.
De tu experiencia realizando la práctica en CICITEM, ¿qué te llevas como el aporte más importante para tu vida profesional?
Me impactó la calidad humana. Porque uno se imagina que va a llegar a trabajar, en mi caso con una doctora en microbiología, alguien que ostenta muchos títulos académicos. Pero en ningún momento me sentí desvalorizada. Todo lo contrario, me preguntaba constantemente si necesitaba ayuda, me explicaba con mucha calidez todo. Y eso, se agradece.
En CICITEM aprendí el verdadero trabajo en equipo; donde no hay unos más importantes que otros, sino en el que se valora el aporte de cada miembro, no importa cuál es su lugar en el organigrama.